Su
existencia fue predicha en 1988 en una edición publicada por la
National
Oceanic And Atmospheric Administración (NOAA)
de los Estados
Unidos.
Se basaba en los resultados obtenidos en muchos laboratorios de
Alaska
entre
1985
y
1988,
que midieron plástico flotante en el océano Pacífico
Norte
que encontraron
altas concentraciones de desechos marinos acumulados en zonas
especiales de las corrientes oceánicas.
Pero
no fue hasta 1997 cuando Charles
Moore (el
navegante
y oceanógrafo)
constató las primeras evidencias
y
localizó la masa de desechos.
Este
basurero oceánico se caracteriza por tener concentraciones
excepcionalmente altas de plástico suspendido
(botellas, tapones, redes, material de embalar,neumáticos,etc)
que han sido atrapados por las corrientes del giro del Pacífico
Norte (formado por dos
vórtices
de corrientes oceánicas que
empujan
los desechos desde Norte América, Asia y las Islas Hawaianas).
A pesar de su tamaño y densidad, el lote de basura oceánico es
difícilmente visible mediante fotografías de
satélite
y no es posible localizarlo con radares.
Fig.1 |
Las
estimaciones
sobre su
tamaño global
oscilan
entre
los 1.400.000
km² y
los casi 2.000.000 km²
(figura 1).
Extendiéndose
desde hasta
unos 10
metros
por
debajo del
agua. Se pueden ver algunas de las partículas y piezas de basura más
grandes que están flotando en el agua, pero la mayoría de la
contaminación está debajo del agua en la forma de partículas muy
pequeñas (figura
2).
Fig.2 |
Actualmente
hay más de 100 millones de toneladas de basura flotante en esta
“sopa de plásticos”,
dato que se tomó en el año de 2010 por la fundación Algalita
Marine Research.
Su afección al medio es enorme;
- La fracción más grande (botellas, redes, etc) (Figura 3) se enreda en los animales y los ahoga, estrangulándolos e inmovilizándolos.
- Dado que las partículas de la fracción más pequeña de plástico (Figura 3) son indistinguibles para los animales del plancton, prácticamente en todos los animales marinos sobre los que se ha estudiado han presentado en el estómago un porcentaje de basura, en vez de su comida natural; esto produce desnutrición además de otros problemas de salud: la basura no es digerible y tampoco es nutritiva y esta provoca pérdida de peso, perdida de fecundidad, enfermedades y la muerte en los casos en los que ya no es capaz de ingerir alimentos.
- Los habitas de muchas especies costeras también se ven afectados cuando por acción de las tormentas y de las corrientes llevan a que la masa toque tierra.
- También se presentan como perfectos trampolines para que especies invasoras se expandan con más facilidad.
- Toxinas presentes en los plásticos que se van liberando.
Esto
se ha trasladado a los humanos ocasionando grandes perdidas
económicas, por reducción de la pesca, daños en las embarcaciones
e infraestructuras litorales y reducción del turismo.
Todo
ello está llevando al desarrollo de múltiples opciones para su
corrección, desde el diseño que ha presentado Corea del Sur para
aspirarlos y llevarlos a tierra para su reciclado, al de algunas
fundaciones de Estados Unidos que proponen modificar barcos pesqueros
para que puedan atraparlos y arrastrarlos a tierra para usarlos como
combustible en incineradoras. Hasta la propuesta de un grupo de
arquitectos que conllevaría la fijación de dichos plásticos
consiguiendo una superficie sólida y así crear una gigantesca isla
artificial. Sin ser ninguna de ellas a día de hoy mucho más que
planificaciones debido a los altísimos costes que conllevarían.
Finalmente,
la constatación del caso del Pacífico ha llevado al estudio de
otras áreas con corrientes similares, dando como resultado el
descubrimiento de otros espacios marinos donde la concentración
paulatina de plásticos es destacable, sin llegar a ser de tal
magnitud. Ejemplo de ello es la Mancha del Atlántico Norte que se
estima situada entre las Bermudas
y las Azores, sin
que está se encuentre definida aún en su totalidad.
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