Extraido de la web de la UPM
El vicerrector Juan José Moreno Navarro glosa la figura del 'descubridor científico' de la sierra de Guadarrama con motivo de la exposición que le dedica la UPM.
Por JUAN JOSÉ MORENO NAVARRO
Texto original en:
Casiano de Prado (1797-1886) debe considerarse como uno de los más gloriosos personajes que han pasado por las Escuelas de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Confieso que su personalidad me ha subyugado totalmente y espero que eso les pase también a todos los que disfruten de la oportunidad de visitar la exposición Casiano de Prado y la Comisión del Mapa Geológico de España. El descubrimiento científico de la Sierra de Guadarrama, que puede verse en el Rectorado de la UPM hasta el próximo día 12 de diciembre.
Siento una absoluta fascinación por la gente curiosa, comprometida y apasionada, que combina unas irrefrenables ganas de conocer lo que nadie ha descubierto antes con una pasión y convicción por adentrarse en terrenos inexplorados física o mentalmente para comprenderlos, asumirlos —lo que ya justifica el camino— y a la vez difundirlos. De aquí mi querencia por leer libros sobre Marco Polo, el Rey Arturo y la búsqueda del Grial, Livingstone y Stanley, Julio Verne... Pues bien, Casiano del Prado es uno de esta estirpe; a su altura, tan deslumbrante como ellos si me lo permiten, una gran figura española del siglo XIX.
Siento una absoluta fascinación por la gente curiosa, comprometida y apasionada, que combina unas irrefrenables ganas de conocer lo que nadie ha descubierto antes con una pasión y convicción por adentrarse en terrenos inexplorados física o mentalmente para comprenderlos, asumirlos —lo que ya justifica el camino— y a la vez difundirlos. De aquí mi querencia por leer libros sobre Marco Polo, el Rey Arturo y la búsqueda del Grial, Livingstone y Stanley, Julio Verne... Pues bien, Casiano del Prado es uno de esta estirpe; a su altura, tan deslumbrante como ellos si me lo permiten, una gran figura española del siglo XIX.
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Casiano de Prado, curioso, comprometido y apasionado cuando razona, probablemente por primera vez, al menos públicamente, sobre una distinción entre el viajero y el explorador y el turista. Anteriormente, se había viajado por comercio, por conquista, por motivos religiosos… El explorador y el turista son inventos del siglo XVIII: viajes a lugares exóticos o de difícil acceso; en un caso para conocer más, en otro sin un propósito definido.
Lugares exóticos, concepto oscuro, no solo hablamos de África o la Ruta de la Seda. ¿Son capaces de imaginar lo que sería adentrarse en el siglo XVIII por unas montañas donde solo habían entrado algunos pastores, montando en mula y sin más arma que un martillo de geólogo? ¿Sin saber si se iba a encontrar alguna alimaña, un alcalde suspicaz o un secuaz de José María, El Tempranillo?
Curioso, comprometido y apasionado cuando recorre la sierra de Guadarrama y asciende al Yelmo de La Pedriza indicando, como saben todos los montañeros hoy en día, que la única forma de coronar su cima sin material especial es por una estrecha grieta en la cara norte.
Curioso, comprometido y apasionado cuando descubrió los Picos de Europa, un terreno que, como asturiano consorte, me es muy querido. En 1856, Casiano de Prado sube la Torre del Llambrión con sus 2.642 metros, la segunda cima más alta de los Picos. Desde esta altura pudo determinar las alturas de las principales cumbres del macizo central. Las guías actuales para escaladores dicen, literalmente, que técnicamente no es muy difícil pero muy exigente físicamente (de 8 a 10 horas).
Curioso, comprometido y apasionado, pero también muy preciso y cuidadoso. Ejerció de ingeniero, dirigiendo las Minas de Río Tinto o como inspector de Minas, pero fue ingeniero en cada momento, pues las crónicas de sus viajes y exploraciones tienen múltiples anotaciones sobre por dónde podría pasar una línea férrea o dónde obtener agua para Madrid desde el Lozoya. O su visión de futuro, cuando observa que el vino de la ribera del Duero se parece a los vinos de Francia y hasta los aventajaría si su elaboración fuera más esmerada. Los franceses, que utilizaban y revisaban sus textos, decían que sus informes podrían ser breves pero nunca inexactos y dudaban de si su presencia era necesaria en España a la vista de su preparación.
Curioso, comprometido y apasionado en la introducción de los estudios prehistóricos en España, tanto en Guadarrama como en el Alto de San Isidro en Madrid. Gracias a él, podemos tener una visión idílica de grandes elefantes alrededor del Manzanares, como recoge la exposición. Ahora que lo hemos repoblado de patos, solo se trata de dar nuevas ideas... Propuso, asimismo, que existió una Edad del Cobre entre el Neolítico y el Bronce, planteamiento luego documentado por el suizo Morlot. Y también encontró restos humanos en un hacha de sílex.
Estando reciente la publicación de los trabajos de Darwin, Casiano de Prado abrazó sus ideas y España fue el tercer país del mundo, tras Francia e Inglaterra, donde se reconocía la existencia del ser humano durante la Prehistoria. Desgraciadamente, estos trabajos no se continuaron y hubo de esperarse varias décadas a que arqueólogos alemanes los completaran.
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¿Han notado ya que casi todas las cuestiones que comentamos sobre Casiano de Prado son de absoluta actualidad?
Curioso, comprometido y apasionado con la cultura, gran amante de la poesía, muy fino escritor como hemos visto, preocupado por un uso adecuado del castellano —buscaba traducción española a todos los términos geológicos extranjeros—y extremadamente modesto, como cuando en una carta le decía a un colaborador: “Anteayer esta Academia de Ciencias me ha nombrado su individuo de número, aunque estaba lejos de pretenderlo, porque yo trabajo más a gusto en mi gabinete”.
Y en justa reciprocidad, la Universidad Politécnica de Madrid se acerca a él con respeto, admiración, asombro y, evidentemente, con curiosidad, compromiso y pasión. Y como siempre, y quizás en este caso más que nunca, de manera muy compartida, aunando el compromiso de muchos de sus Centros, Departamentos y profesores que han colaborado con pasión y entrelazado su curiosidad junto a la nuestra. Incluso hemos encontrado material inédito que se muestra en la exposición.
Juan Ramón Jiménez, nuestro premio Nobel, decía: “Raíces y alas, pero que las alas arraiguen y vuelen las raíces a continuas metamorfosis”. Probablemente una buena metáfora del legado de Casiano de Prado, la exposición organizada por la Biblioteca Universitaria de la UPM y, por qué no, del futuro de nuestra Universidad.
Discurso de Juan José Moreno Navarro, vicerrector de Servicios Informáticos y de Comunicación de la UPM, en la inauguración de la exposición Casiano de Prado y la Comisión del Mapa Geológico de España. El descubrimiento científico de la Sierra de Guadarrama, que podrá visitarse en el Rectorado hasta el día 12 de diciembre de 2013.
Discurso de Juan José Moreno Navarro, vicerrector de Servicios Informáticos y de Comunicación de la UPM, en la inauguración de la exposición Casiano de Prado y la Comisión del Mapa Geológico de España. El descubrimiento científico de la Sierra de Guadarrama, que podrá visitarse en el Rectorado hasta el día 12 de diciembre de 2013.
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